Acompañan:
Tejedoras
de sueños, Honduras
Centro
Qanil, Guatemala
Lugar:
Casa de las Tejedoras, Pasaje El Almendro,
bloque Q, casa número 4
Colonia Municipal, San Pedro Sula, teléfono 25599528
El
proceso iniciará el mes de febrero del 2015 y finaliza en noviembre del mismo
año, con un taller de día y medio cada mes.
Para
más información comunicarse al número telefónico de las Tejedoras de Sueños con
Nelly del Cid o escribir al correo: tereencuentrohn@gmail.com
Quiénes
somos nosotras:
El centro Q´anil es concebido como un espacio que
pretende contribuir a la regeneración del tejido social desde procesos
formativo-vivenciales y de investigación Transpersonal. Acompañamos a mujeres y
hombres que estén en disposición de sanar desde su autoconocimiento personal,
sus vínculos afectivos, la elaboración de sus duelos y su compromiso con la
transformación de las realidades que vivimos. http://centrosanacionqanil.blogspot.com/
Tejedoras de sueños es un programa, ubicado en
el sector Sur-este de la ciudad de San Pedro Sula, Honduras, que busca
contribuir desde una espiritualidad ecofeminista y de noviolencia,
que las mujeres logren plenitud de vida en armonía e interdependencia con toda
la creación, generando nuevos aprendizajes que tienen como punto de partida el
derecho a ser feliz.
Centro Cultural Malayerba es una iniciativa dis-locada,
intencionalmente improvisada que pretende proponer que para el juego, la vida
buena, la emancipación y la creatividad con alegría no hay límites. Un espacio
virtual, una intención anarquista sin amos, naciones, patrones ni sujeciones.
Propuesta de que la utopía colectiva es posible hoy en cualquier lugar del
mundo.
¿Qué es el
proceso?
Bajo el cuidado terapéutico de Yolanda Aguilar, terapeuta, antropóloga, feminista, quien viajará cada mes desde la ciudad de
Guatemala, y el colectivo de Qanil; sostenida sobre la experiencia política,
cultural, feminista de Tejedoras y las Malayerbas, la propuesta se inscribe en
la llamada Terapia de Reencuentro, desarrollada por la española Fina Sanz, (http://www.institutoterapiareencuentro.org/) y adaptada a estas tierras de Abya Yala por
la experiencia de terapeutas locales.
Es un proceso de
sanación personal y colectiva. Entendemos que en los movimientos
sociales esta idea de sanar cuenta con
rechazo político puesto que se considera opuesta a la lucha y la
transformación. Además que sanar hace alusión a enfermedad, estamos proponiendo que sean sobre
todo activistas las que participen de esta serie de reuniones-talleres
terapéuticos porque las condiciones en que vivimos las mujeres en Honduras
vinculadas a luchas desde distintos lugares, sin duda provocan cansancio
excesivo, sentimientos profundos de impotencia, depresión, ira descontrolada,
miedo, y porque no decirlo enfermedad expresada
en variadas dolencias de nuestros cuerpos y emociones . Nos interesa proponer
transformación desde el adentro, desde cada una, desde el interior de los
colectivos. Sin embargo el proceso no es sólo para las activistas. Las mujeres
como cultura nos sentimos atraídas por estereotipos románticos judeo-cristianos
y de la izquierda revolucionaria acerca de “el más necesitado o la más
necesitada”, asumiendo el peso de salvar a la humanidad y por tanto actuando
según esta idea; renunciamos, muchas veces, a darnos el tiempo necesario para
revisar lo que está pasando dentro de nosotras en relación a lo que vivo en mi
país, lo que hago en mi organización, cuáles son los límites de mi quehacer, pero también en los vínculos que establezco
con todas las personas que me relaciono y en el vínculo que tengo conmigo
misma.
Nosotras estamos convencidas de que necesitamos
sanarnos a nosotras mismas porque somos mujeres valiosas, estamos agotadas de
la violencia dentro y fuera de nuestro cuerpo y nuestra vida es tan legítima
como cualquiera otra. Consideramos que
en cuanto logramos transformar en nosotras las emociones, lo simbólico, los
valores, los vínculos de maltrato, violencia, dominación y subordinación que
promueve y refuerza el sistema patriarcal y que por tanto hemos internalizado, lograremos
proponer, fortalecer o construir otros modelos socioculturales que posiblemente
ya estemos ensayando, pero que talvez
nos falte darle credibilidad, es decir ese mundo justo, armónico, equitativo,
donde todas y todos podamos convivir desde el respeto.
Insistimos en que la labor de trabajo emocional se constituya en una acción
sostenida y de largo aliento, donde construyamos un espacio de seguridad
emocional de manera permanente en la vida que no dependa de alguien fuera, pero
que sí se fortalezca por colectividades en donde nos relacionemos con más
respeto, alegría, amor.
Nuestra propuesta es que nos reunamos una vez al mes, cada
taller tendría una duración de un día y medio, considerando que es el tiempo
necesario para hacer trabajo vivencial, procesar algunas emociones y reflexionar sobre la experiencia.
El
proceso consta de tres momentos interrelacionados, partimos del
auto-conocimiento que nos ayuda a sentir el propio espacio corporal, empezar a
escucharnos a partir de reconocernos y sentir placer, no solo malestar en el
cuerpo. Recuperamos el sentido placentero de la experiencia corporal como un
recurso terapéutico y de autoayuda.
El
segundo momento que desarrollaremos nos permitirá darnos cuenta que los
vínculos afectivos que establecemos con nosotras mismas y con las demás
personas las cruzan relaciones de poder, establecemos pactos amorosos que
generalmente nos hacen daño o hacen daño a otras/os, generando desarmonía,
dolor interminable e inestabilidad emocional. Identificaremos los guiones de
vida que nos hacen daño y que reproducimos en nuestra vida cotidiana.
Por
último, en el tercer momento aprenderemos a despedirnos de situaciones,
ejercicios políticos, relaciones
afectivas, guiones de vida o patrones culturales que nos han dañado.
Desapegarnos de personas, situaciones, actitudes, comportamientos, creencias,
relaciones o emociones con las que ya no necesito vincularme o de las cuales
necesito despedirme.
Objetivos
•
Impulsar un proceso grupal que permita reconocer la
necesidad de mantener paralelamente al desarrollo del trabajo dentro de las
organizaciones y los espacios de resistencia, un trabajo de sanación.
•
Reconocer la necesidad de la construcción de nuevos
modelos socioculturales de relacionamiento desde el Buentrato en lo social y en
lo individual.
Objetivos
específicos
•
Crear un espacio que combine la formación reflexiva
con procesos de sanación, acompañamiento
y cambio.
•
Que cada
compañera piense en lo que necesita, en lo que la alimenta, en lo que le
genera satisfacción y bienestar para fortalecer la legitimidad de su vida
personal y colectiva
Metodología
La metodología parte de un proceso vivencial-teórico,
desde una mirada investigativa experiencial -vivencial- (tomar conciencia del
cuerpo mismo), la cual implica la búsqueda constante de otras formas de
conocernos y relacionarnos con la realidad que somos nosotras-os, para actuar
sobre ella.
Ello es posible sobre todo, cuando llevan implícita
una actitud de apertura. Apertura para reconocer que en mi ser está contenido
el sentido fundamental del cambio y
reconocer la existencia de otros seres humanos mujeres y hombres,
dándole valor a su conocimiento, a su experiencia de vida y a su propia voz.
Permitiéndonos también dejarnos influenciar y ser cambiadas/os, por la misma
experiencia humana.
Logísticas:
El proceso es autofinanciado, es decir que cada quien
se hace cargo de sus gastos y su trabajo personal es su mayor compromiso, la
terapeuta acompaña, pero cada una es responsable de la maximización del tiempo
y el saber de todas.
Cada taller cuesta 1,000 lps, que deben ser pagados
puntualmente en la fecha, pues de ahí se obtienen los recursos para los pagos
profesionales y logísticos. Cada persona deberá pagar por su propio proceso y
hacer el trabajo que le corresponde para su bienestar.
Las compañeras de Tejedoras están poniendo a
disposición su local, mobiliario y recursos didácticos, así como el espacio
para hospedar de manera modesta a quienes lo necesiten, pero deben traer sus
ropas de cama, y ellas van a brindar el
almuerzo de los dos días de taller para todo el grupo.
El colectivo Malayerba se hará cargo de los procesos
de comunicación y sistematización durante las diez sesiones para que al final
exista un registro reflexivo sobre el profundo cambio que se produce en las
personas y sus colectividades, con lo cual podemos empujar otros procesos.
Este espacio NO es una capacitación para terapeutas.